
Aunque es cierto que se debe trabajar en muchos otros ámbitos (familiar, social, gubernamental, empresarial, etc.) también es cierto que es en las instituciones educativas donde más hay más posibilidades efectivas de lograr cambios.
Así, ante los problemas socio-políticos-económicos actuales, surgen tópicos importantísimos como la paz, la tolerancia, el pluralismo, la honestidad y la jussticia, entre muchos otros, que debemos incorporar, sin dilación, a los procesos educativos para empezar a solucionar, desde ya, nuestras dificultades. La naturaleza de estos temas obliga a enmendar la organización curricular vertical y en el currículum tendrían que traducirse los fines socioculturales que nuestra sociedad aspira.
El currículum es un proyecto signado por valores, con una dimensión ética, que contiene elementos, contextos y prácticas que permitirán un proceso de re-construción sociocultural.